La producción nacional de ajo no está en su mejor momento, a diferencia de las importaciones. En 2016 la compra de este producto en el extranjero aumentó un 142.5%, con relación al 2015, al pasar de US$8.0 millones a US$19.4 millones, un incremento relativo de US$11.4 millones.Las importaciones de ajo fresco y triturado o molido totalizaron 5,894.9 toneladas métricas en 2015, mientras que en 2016 fue de 9,522.3 toneladas, registrando un aumento de 61.5%, equivalente a 3,627.4 toneladas más.
La mayor importación del producto durante el año pasado fue en ajo fresco (87%), en 2015 representó el 69%. Durante 2016 el ajo fresco registró un incremento de 3,541.4 toneladas métricas (un 74%), al pasar de 4,790 toneladas métricas a 8,331.4 toneladas métricas.
Asimismo, el área de cosecha del ajo en República Dominicana también se redujo de 2015 a 2016 (un 43%). En 2015 la cantidad de tareas cosechadas fue de 9,989 mientras que el año pasado se cosecharon 6,978, es decir, 3,011 tareas menos.
La producción de ajo disminuyó un 42%, al bajar de 74,050 quintales en 2015 a 52,205 en 2016, una reducción neta de 21,845 quintales. Sin embargo, el rendimiento de los quintales por tareas aumentó un 0.9%, debido a que en 2015 era de 7.41% y en 2016 se incrementó a 7.48%.
Para el presidente de la Junta Agroempresarial Dominicana (JAD), Osmar Benítez, la reducción de la producción nacional de ajo se debe a que no hay un incentivo por parte del Estado a los agricultores del producto.
“No ha habido una política del Estado orientada a definir qué vamos a hacer con el ajo en materia productiva y ver si de alguna manera, se puede hacer de esta una actividad rentable para los agricultores”, considera Benítez.
Además, se debe promover un programa de apoyo a los productores de ajo del Valle de Constanza, que incorpore parcelas demostrativas, para adaptar variedades de otros países de alto rendimiento, agrega.
Sin embargo, aunque se redujo la participación del ajo triturado dentro del total de las importaciones del producto, hubo un incremento de 86 toneladas métricas, al pasar de 1,104.9 toneladas métricas en 2015 a 1,190.9 en 2016.
“De lo que se genera por la colocación de las licencias de importación (de ajo), una parte importante de esos recursos debería ir a un programa de apoyo (para los agricultores del producto): para tecnología de riego, prácticas de fertilización, control de plagas”, propone el titular de la JAD.
Sugieren promover un programa de apoyo a los productores de ajo del Valle de Constanza.
Recientemente el precio de una libra de ajo llegó a costar entre RD$270 y RD$300, debido a un retraso en la importación del producto desde China.
Aclara que en el país se estableció un mecanismo de incentivos donde los agricultores tenían la protección del Estado, que le garantizaba un precio mínimo en negociaciones con los importadores de ajo.
“A cada importador que compraba el ajo nacional, por cada quintal se le daban (autorizaban a traer) dos quintales de importación”, detalla. Osmar Benítez señala que esa situación mantuvo una estabilidad en la producción porque el agricultor tenía un mercado con un precio mínimo establecido.
Indica que el ajo es un cultivo importante en la economía del Valle de Constanza, debido a que sostiene otros productos menores, como la zanahoria, lechuga, remolacha y el repollo.
Contrabando de ajo
El Ejército de República Dominicana incautó 8,071 libras de ajo al granel y 4,120 sacos de 22 libras del producto, en la frontera domínico-haitiana durante 2016, de acuerdo a informes de la institución.
Mientras que el Cuerpo Especializado de Seguridad Fronteriza (Cesfront) decomisó 1,036 sacos de ajo.
Además, la división de inteligencia naval del Ministerio de Defensa decomisó 790 sacos de ajo de 24 libras el año pasado, durante operaciones de interdicción marítima.
Solo en septiembre de este año el Ejército incautó 1,085 libras del producto al granel, 275 sacos de ajo de 22 libras y un saco de 100 libras.
Por: Pablo Garcia / El Dinero
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