El Banco
Central de la República Dominicana (BCRD),
en su compromiso de conducir la política monetaria al
logro de su meta de inflación y al mantenimiento de la estabilidad
macroeconómica, así como en el interés de mantener informados a los agentes
económicos y público en general, presenta un análisis sobre la reforma
tributaria de Estados Unidos de América (EUA). En este documento, se explican y
analizan las principales medidas y sus posibles impactos en la economía dominicana.
Recientemente,
el Congreso de Estados Unidos aprobó la Ley
de Recortes Fiscales y Empleos (The Tax Cuts and Jobs Act). Esta pieza
legislativa representa el mayor cambio realizado al impuesto sobre la renta en
más de treinta años e incluye reducciones fiscales corporativas e individuales
con la finalidad de promover el crecimiento económico, la creación de empleos y
el incremento del ingreso de los estadounidenses. La reforma busca que los
beneficios retenidos en el extranjero por las empresas estadounidenses retornen
a los EUA. Vale destacar que el proceso de discusión para la aprobación y
promulgación de esta ley generó un gran optimismo en los mercados financieros y
un aumento de la confianza de las empresas y los consumidores en la economía
estadounidense.
A continuación
presentamos algunas de las principales modificaciones al código tributario contenidas
en esta Ley:
I.
Sobre el Impuesto a la Renta Corporativa:
a. La nueva ley reduce la tasa marginal de impuesto corporativo
de 35% a 21% a partir del 1ro de enero de 2018.
b. El impuesto sobre la renta corporativa de EUA pasa a ser
un "sistema territorial" que grava a las corporaciones basándose
únicamente en el ingreso generado domésticamente y no el obtenido en otros
países. En ese sentido, a partir de 2018, el ingreso generado en el exterior y
repatriado a EUA no pagará el impuesto sobre la renta corporativo. Solo el
ingreso generado dentro de los Estados Unidos pagaría el impuesto corporativo
hasta una tasa máxima de 21%.
o
Antes de la
aprobación de esta reforma, una corporación con sede en los EUA debía pagar el
impuesto sobre la renta en todos sus ingresos, independientemente de si se
generaban en los EUA o en el extranjero.
c.
En cuanto a las
ganancias generadas en el extranjero entre 1986 y 2017 que sean repatriadas a
partir de ahora, pagarían un impuesto único del 15.5% si se trata de efectivo u
otros activos equivalentes, y una tasa de 8% si se trata de otros activos.
o
Antes de la reforma
actual el contribuyente tenía derecho a compensar el 100% de los impuestos
pagados en el extranjero al momento de repatriar utilidades. A partir de esta
reforma, el contribuyente podría deducir un 60% de los impuestos pagados en el
extranjero para el caso de activos en efectivo y un 80% para otros activos.
d.
Se elimina el
"Impuesto Mínimo Alternativo” (AMT, por sus siglas en inglés) a las
empresas. Antes de la reforma, algunas empresas, al aplicar todas las
deducciones permitidas al impuesto corporativo, reducían su base impositiva
hasta un nivel tan bajo que no tenían que pagar el impuesto. Para evitar estos
casos, se les aplicaba un impuesto mínimo alternativo.
e. Para ciertos equipos adquiridos entre septiembre de 2017
y el año 2022, la nueva reforma permite a las empresas deducir la depreciación
total de forma inmediata. Esta medida contribuiría a eficientizar las
operaciones de la empresa y a mejorar las habilidades de sus trabajadores, generando
empleos y aumentando la productividad.
II.
Sobre el Impuesto a la Renta Personal y Familiar:
a.
Se reducen las
tasas impositivas en cinco de los siete tramos que componen el impuesto sobre
la renta personal. La máxima disminución se realizó en el nivel medio del
impuesto de 28% a 24%. En cuanto a la tasa marginal, la reducción aplicada es
de 39.6% a 37%.
o
Es importante
destacar que el cambio a renta territorial para el pago de impuestos sólo
aplica a las corporaciones. Las personas físicas seguirán siendo sujetos de
renta mundial y pagarán las tasas correspondientes, aprobadas en esta reforma. Cabe
puntualizar que a los estadounidenses en el exterior se les seguirá aplicando la
Ley de Conformidad Tributaria para Cuentas Extranjeras (Foreign Account Tax
Compliance Act, FATCA), la cual fue aprobada en marzo de 2010. Dicha ley requiere
a las entidades financieras de todo el mundo, identificar y reportar las
inversiones que los contribuyentes estadounidenses tienen fuera de su país.
b.
Se aumenta significativamente
la deducción estándar de US$6,350 a US$12,000 para individuos y de US$12,700 a
US$24,000 para parejas casadas. Adicionalmente, se establece un nuevo crédito
familiar, que incluye expandir el aporte tributario por hijo de US$1,000 a US$2,000
hasta el año 2025.
c.
Se aumenta el
límite libre de impuestos para las sucesiones (herencias) de US$5.5 millones a
US$11 millones para personas solteras y de US$11 millones a US$22 millones para
matrimonios.
d. El deducible del interés hipotecario para el pago del
impuesto sobre la renta (ISR) en el caso de nuevas compras de primera o segunda
vivienda está limitado a préstamos de hasta US$750 mil a partir de enero de
2018.
e.
Se agiliza el
acceso a los beneficios de educación superior para ayudar a las familias a
ahorrar y costear la matrícula universitaria, así como otros gastos de
educación.
f.
Se refuerzan las
reglas de rendición de cuentas para las organizaciones exentas de impuestos
para garantizar que iglesias, organizaciones benéficas, fundaciones y otras
organizaciones que reciben exención de impuestos se enfoquen en ayudar a las
personas y comunidades necesitadas.
Posibles
Impactos en la Economía de Estados Unidos
El Consejo de Asesores Económicos del Presidente Donald
Trump argumenta que esta ley impulsaría el crecimiento económico de los Estados
Unidos entre un 3% y un 5% anual, sustentado en que la disminución de los
ingresos tributarios sería compensada por la teoría económica denominada “Curva
de Laffer”. Esta curva establece que a partir de un nivel de tasa determinado,
una reducción impositiva importante generaría un crecimiento económico robusto,
lo que en el mediano plazo retribuiría sus efectos en los ingresos del
Gobierno.
No obstante, el Centro de Política Tributaria (Tax Policy
Center), analizó los efectos macroeconómicos de esta ley y consideró que aunque
la legislación impulsaría el crecimiento, lo haría en menor medida, es decir,
en unos 0.6 puntos porcentuales adicionales en 2018. Además proyecta que la
legislación aumentaría la deuda pública en un rango entre 5% y 9% como
porcentaje del PIB para el período 2027-2037.
De igual modo, el Fondo Monetario Internacional (FMI) estimó
que las modificaciones del código tributario estadounidense generarán un
dinamismo en la actividad económica de Estados Unidos. En la última
actualización de las perspectivas de la economía mundial del FMI, (WEO, por sus
siglas en inglés), para el año en curso se proyecta un crecimiento del PIB de
2.7%, cuatro décimas por encima de lo estipulado anteriormente. Asimismo, para
el año 2019, la estimación de crecimiento pasaría de 1.9% a 2.5%. Esta mejoría
se sustenta principalmente en la respuesta de la inversión debido a la
reducción de las tasas impositivas a las empresas y corporaciones
estadounidenses.
Otro aspecto a destacar es que la reforma incentivaría el
retorno de capitales hacia EUA. De acuerdo a Goldman Sachs, se estima que los
beneficios obtenidos no repatriados entre 1986 y 2017 que mantienen las
compañías estadounidenses en el extranjero suman en conjunto un total de US$3.1
billones.
Por otro lado, es evidente que algunas de las
disposiciones incluidas en la nueva ley que beneficiarían a la clase media
-como menores tasas y renglones impositivos, una mayor deducción estándar y un
crédito tributario de US$300 por cada adulto en un hogar- estarán en vigencia temporalmente.
En contraste, otras disposiciones que beneficiarían a los grupos de mayores
ingresos, como la reducción y eventual derogación del impuesto al patrimonio,
son de carácter permanente. En este sentido, de acuerdo al Tax Policy Center,
debido a que la legislación incluye disposiciones que tanto aumentan como
reducen las cargas impositivas, el efecto neto de la reforma para cualquier
familia estadounidense en particular dependerá de la estructura familiar y de
los grupos de ingresos.
No obstante,
en el mediano y largo plazo, existen riesgos a tomar en cuenta. La economía
norteamericana se encuentra creciendo a un ritmo cercano a su potencial, por lo
que el impulso fiscal podría intensificar las presiones inflacionarias, lo que
conduciría a incrementos futuros en las tasas de interés. Adicionalmente, esta
reforma fiscal podría generar presiones en la deuda norteamericana. En ese
sentido, la Oficina de Presupuesto del Congreso de los Estados Unidos (CBO, por
sus siglas en inglés) entiende que, al implementarse esta Ley, el déficit
fiscal del Gobierno Federal aumentaría entre US$1.4 y US$1.7 billones durante
el periodo 2018-2027.
Posibles Impactos en la
Economía Dominicana
Estados
Unidos de América es el principal socio comercial de la República Dominicana
(RD). Evidencia de esto es que, del total de exportaciones dominicanas en el
2017, alrededor de 47.5% fue dirigido hacia ese país. Asimismo, RD recibió 2.1
millones de turistas estadounidenses en ese mismo año, representando el 39.0%
del total de visitantes extranjeros recibidos. Otro vínculo del país con los
EUA es que el 70.4% de las remesas provinieron de los EUA. Por último, la
Inversión Extranjera Directa (IED) de capital norteamericano recibida en ese
mismo año representó el 20.6% del flujo total recibido. Dada la alta incidencia
de la economía de los EUA en la economía dominicana, así como su estrecha
correlación en términos de crecimiento, resulta importante analizar el posible
impacto que tendría esta reforma en los principales canales de transmisión
entre ambas economías.
Empezando por la IED,
si bien existen incentivos para que el capital estadounidense regrese a su país
de origen, este efecto sería mitigado por el cambio en la composición de la IED
en los últimos años tanto por sector como por país de procedencia. En ese
sentido, la inversión extranjera en RD proviene de más de 15 países, de los
cuales Estados Unidos representó un 20.2% del total en el periodo 2010-2017 (ver
gráfica 2). Gracias a la alta diversificación que tiene la IED en la República
Dominicana, el país se hace menos vulnerable a la salida de capital.
En adición, las
inversiones de capital estadounidense están concentradas en sectores donde
República Dominicana posee ventajas comparativas (ver gráfica 3), ya sea por
estar favorecidos con incentivos tributarios, como el caso de las zonas francas
(26% de participación en la IED acumulada 2010-2017 de
EUA), y el turismo (11% de participación), o por los atractivos naturales de
nuestras playas y geografía, lo cual representa un gran atractivo para el
sector turístico inmobiliario (38% de participación).
Las empresas afiliadas
al régimen de zonas francas disfrutan de exoneraciones fiscales importantes,
tales como: i.) Impuestos arancelarios que afectan las materias primas,
equipos, materiales de construcción, partes de edificaciones, equipos de
oficina, etc., ii.) Impuesto sobre la Renta,
iii.) Impuestos Selectivos sobre Hidrocarburos, iv.) Impuestos sobre los activos o patrimonio. El valor de los incentivos fiscales otorgados a dicho sector equivale aproximadamente a 1.2% del PIB (ver último reporte de la estimación del Gasto Tributario publicada por el Ministerio de Hacienda). Es oportuno mencionar que fue apenas el año pasado que las zonas francas iniciaron el pago de impuesto de 10% sobre dividendos a los accionistas.
iii.) Impuestos Selectivos sobre Hidrocarburos, iv.) Impuestos sobre los activos o patrimonio. El valor de los incentivos fiscales otorgados a dicho sector equivale aproximadamente a 1.2% del PIB (ver último reporte de la estimación del Gasto Tributario publicada por el Ministerio de Hacienda). Es oportuno mencionar que fue apenas el año pasado que las zonas francas iniciaron el pago de impuesto de 10% sobre dividendos a los accionistas.
Por su parte, los
incentivos tributarios otorgados al sector turismo consisten en: i) Exoneraciones
del 100% del ISR a empresas por un periodo de 15 años, ii) Del impuesto sobre
el Patrimonio y transferencias inmobiliarias, iii.) El 100% del impuesto a las
importaciones de los equipos, materiales y muebles que sean necesarios para el
primer equipamiento y puesta en operación.
Debemos también tener
en cuenta que la movilidad del capital no solo está sustentada por aspectos de
índole impositivo, sino que igualmente se debe a otros factores, tales como el
costo de la mano de obra, la proximidad con los mercados, rutas de interés
estratégico, clima de negocios, estabilidad económica y política, seguridad jurídica,
entre otros.
Si
analizamos el costo de mano de obra, República Dominicana es más competitiva
frente a la industria manufacturera de Estados Unidos. Actualmente, el salario
mínimo de los trabajadores que prestan servicios en las zonas francas
industriales del país es de RD$10 mil mensuales, equivalente aproximadamente a
US$208.0, mientras que el salario mínimo promedio por hora en Estados Unidos es
cercano a los US$8.0, lo que equivale a unos US$1,500.0 mensuales. En ese
sentido, el costo laboral sería significativamente mayor para las empresas
estadounidenses que decidan trasladar sus operaciones desde la República
Dominicana.
Otro
aspecto es que, si bien la reforma fiscal se implementó a partir del 1ro de
enero 2018, no necesariamente los efectos serían inmediatos en el caso de que
los inversionistas norteamericanos tomaran la decisión de hacer uso de la nueva
ley. La movilidad de las industrias y toda su estructura de activos como las
maquinarias, plantas, mano de obra y todo el equipo en sentido general no es
algo que pueda materializarse en el corto plazo, por los elevados costos que
implica.
Por las razones antes
expuestas, es de esperar que el impacto sea limitado. Las rebajas de los tributos
y demás beneficios generados por la reforma tributaria no superan las exenciones
o incentivos tributarios que se ofrecen en la República Dominicana, aunque si podríamos
esperar un cierto aumento en el flujo de capitales hacia dicha economía a
través de una repatriación de utilidades por parte de las empresas de capital
estadounidense. En el caso específico de la balanza de pagos, cabe destacar que
los flujos de renta de la IED hacia los EUA representaron en promedio el 11.6%
del total de flujos al exterior para el período de 2010-2017, y dentro de
éstos, alrededor de un 20% se remesaron desde el sector de zonas francas.
Por
otro lado, los efectos de la reforma fiscal en Estados Unidos incidirían de
manera positiva sobre RD. De acuerdo a estudios del Departamento de
Programación Monetaria de este BCRD un incremento de 1% de crecimiento anual
del PIB de EUA tiene un impacto de aproximadamente 1.5 puntos porcentuales en
el crecimiento de RD. Asimismo, estimaciones del Departamento Internacional plantean
que un aumento de 1% en el crecimiento del PIB de EUA implicaría un incremento
de 1.8% en el flujo de Remesas.
Por
lo tanto, el mayor crecimiento de la economía estadounidense como consecuencia
de la reforma tributaria deberá tener un impacto positivo en el PIB de la
República Dominicana en el corto plazo, a través de un aumento de las remesas
familiares, de los ingresos del turismo y de las exportaciones hacia Estados
Unidos, contribuyendo a mantener el balance de la cuenta corriente en línea con
los fundamentos económicos.
A su vez, este dinamismo en el sector externo
dominicano deberá fortalecer las reservas internacionales, coadyuvando a
mantener la estabilidad relativa del tipo de cambio. Ahora bien, en el mediano
plazo, debemos tener en cuenta que ese mayor crecimiento de los EUA podría
generar presiones en las tasas de interés internacionales, lo que impactaría en
el costo de financiamiento de la República Dominicana en los mercados
internacionales.
Sin lugar a dudas, es
evidente que este escenario fiscal y perspectivas de la economía estadounidense
podría representar un gran reto para el sector empresarial de RD, en especial
para las actividades productivas generadoras de divisas, desde la óptica de
aprovechar oportunidades de negocios y conquistar nuevos nichos de mercado,
mejorando nuestra competitividad sobre la base de mayor productividad,
innovación tecnológica y eficiencia en las cadenas de valor de la producción,
los estándares de calidad y vías de comercialización.
En consonancia con su
misión institucional, el Banco Central continuará monitoreando de manera
proactiva los efectos que se deriven de la implementación de esta importante
Reforma Tributaria de los Estados Unidos de América, a los fines de adoptar
dentro del ámbito de su competencia, las medidas que sean necesarias para
mitigar cualquier efecto que pudiese incidir en el buen desenvolvimiento de la
economía dominicana.
Por: Brenda Villanueva, Gladys Jiménez, Víctor García y Amarilis Altagracia
Por: Brenda Villanueva, Gladys Jiménez, Víctor García y Amarilis Altagracia
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