SANTO DOMINGO
El Directorio Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) concluyó la consulta del Artículo IV con la República Dominicana, y consideró y respaldó la evaluación del personal técnico que visitó el país este año.
En tanto advierte que “persisten los riesgos en torno a las proyecciones con los mayores riesgos a la baja proveniendo principalmente de factores externos, como el aumento de los precios mundiales del petróleo, condiciones financieras mundiales más restrictivas de lo previsto y una demanda externa más débil de lo proyectado”.
En ese contexto establece que el principal desafío será incrementar la capacidad de resiliencia ante estos riesgos, mediante el fortalecimiento de los amortiguadores de políticas, impulsando las reformas estructurales y reduciendo aún más la pobreza y la desigualdad.
Ajuste fiscal
El FMI adelanta además, que se necesitará un ajuste fiscal significativo para fortalecer los amortiguadores y revertir la dinámica al alza de la deuda, pero su diseño debería de tomar en cuenta especialmente su impacto en el crecimiento, la pobreza y la desigualdad. El ajuste debe enfocarse en ampliar la base tributaria (incluyendo la racionalización de incentivos y exenciones fiscales), simplificar el sistema impositivo y racionalizar los gastos ineficientes, mientras se prioriza el espacio fiscal para aumentar la inversión pública y el gasto social en protección de los más vulnerables.
Sobre el Artículo IV
En el informe dado a conocer este lunes, pero que fue aprobado el pasado 11 de abril, el organismo internacional mantiene las perspectivas económicas de crecimiento de la economía dominicana para este 2018. “Se espera que el crecimiento aumente a 5.5 por ciento en 2018 y luego se modere a su tasa potencial de mediano plazo de alrededor del 5 por ciento. Se espera que la inflación permanezca dentro del rango del 4 ± 1 por ciento del banco central, mientras el déficit de la cuenta corriente de la balanza de pagos se ampliará gradualmente acercándose a sus niveles históricos, asociado a mayores precios del petróleo y el fortalecimiento de la demanda interna”, establece el FMI.
En tanto advierte que “persisten los riesgos en torno a las proyecciones con los mayores riesgos a la baja proveniendo principalmente de factores externos, como el aumento de los precios mundiales del petróleo, condiciones financieras mundiales más restrictivas de lo previsto y una demanda externa más débil de lo proyectado”.
En ese contexto establece que el principal desafío será incrementar la capacidad de resiliencia ante estos riesgos, mediante el fortalecimiento de los amortiguadores de políticas, impulsando las reformas estructurales y reduciendo aún más la pobreza y la desigualdad.
Ajuste fiscal
El FMI adelanta además, que se necesitará un ajuste fiscal significativo para fortalecer los amortiguadores y revertir la dinámica al alza de la deuda, pero su diseño debería de tomar en cuenta especialmente su impacto en el crecimiento, la pobreza y la desigualdad. El ajuste debe enfocarse en ampliar la base tributaria (incluyendo la racionalización de incentivos y exenciones fiscales), simplificar el sistema impositivo y racionalizar los gastos ineficientes, mientras se prioriza el espacio fiscal para aumentar la inversión pública y el gasto social en protección de los más vulnerables.
Sobre el Artículo IV
Según el Artículo IV del Convenio Constitutivo del FMI, el FMI mantiene conversaciones bilaterales con los miembros, por lo general todos los años. Un equipo del personal técnico visita el país, recopila información económica y financiera, y discute con los funcionarios los acontecimientos económicos y las políticas del país. Al regresar a la sede, el personal prepara un informe, que constituye la base para el debate del Directorio Ejecutivo.
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